Nuestros Fundadores

Marcelo Spínola nació el 14 de enero de 1835 en San Fernando, provincia de Cádiz, España.

Su interés social y personal por la justicia le llevan a estudiar Derecho en la Universidad de Sevilla, licenciándose con 21 años. Establece su bufete en Huelva, al servicio gratuito de los pobres, empezando a ser significativa su verdadera vocación.

En 1858 el joven abogado, en proceso de búsqueda interior, comienza a estudiar Teología y Moral. Con 29 años Marcelo es ordenado sacerdote. Se muestra cercano, con una vocación especial para escuchar y entender el interior de las personas.

Fue párroco de San Lorenzo en Sevilla y canónigo de La Giralda.

En 1885, siendo Obispo de Coria, funda junto a Celia Méndez el 26 de julio de 1885 la Congregación de las Esclavas del Divino Corazón, destinada a la educación.

En 1886, Marcelo es nombrado Obispo en Málaga donde afronta una difícil labor en una provincia deprimida económicamente. Allí supo acercarse a los más débiles de la sociedad.

En 1896 vuelve como Arzobispo de Sevilla; donde lucha de manera intensa por ayudar a los demás.  Ejemplo de ello fue la búsqueda de fondos para paliar los efectos de la intensa sequía que azotaba los rincones más pobres de su provincia eclesiástica. Arzobispo así, sin horas, sin medida, siempre y a todos.

Ante el problema de una prensa muy polarizada decide fundar «El Correo de Andalucía», periódico cuya única pretensión era contar la verdad. Da muestras de su independencia y de su claridad de ideas en su contestación a la Reina: «El arzobispo de Sevilla, señora, no es hombre de partido, sino deudor de todos».

«Te ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de mis pecados». Marcelo Spínola murió el 19 de enero de 1906, y entró en la categoría de hombres grandes de la historia de la Iglesia.

En 1983, Juan Pablo II proclama las virtudes heroicas del Cardenal Marcelo Spínola. 

Este decreto reconoce su extraordinaria vida dedicada a los demás y se trata del primer paso para la santidad.

El 29 de marzo de 1987, Don Marcelo de Sevilla, cardenal Spínola, es beatificado en Roma por el Papa Juan Pablo II.

Celia Méndez y Delgado nace en la mañana del 11 de febrero de 1844 en Fuentes de Andalucía (Sevilla) en el seno de una familia acomodada.  

Con 17 años contrae matrimonio con Paulino Fernández de Córdoba y Vera de Aragón, Marqués de la Puebla de Obando, once años mayor que ella, en Sevilla. Por expreso deseo de Celia se repartieron mil hogazas de pan a los pobres. Fue un tiempo de felicidad.

A los 30 años Celia se queda viuda, no habiendo tenido hijos con Paulino. Para Celia, la muerte de su marido supone una terrible desgracia que la envuelve en soledad y tristeza, encontrándose hundida y sintiendo un terrible vacío que necesitaría llenarse de algo nuevo.

Dos meses y medio después de enviudar se encuentran en un confesionario, de la Parroquia de San Lorenzo de Sevilla. Celia empieza a comprender que Dios podía llenar su corazón. 

En 1876, con la ayuda de Marcelo Spínola, fundan la escuela de la calle Cantabria para niñas pobres, en el que se convertirán en profesoras improvisadas.

En 1984 acompañan a Marcelo a Coria (Cáceres), donde será el nuevo obispo. Con 41 años, Celia confirma su decisión de colocar su corazón solo en Dios, cambia de nombre por Madre Teresa y funda junto a Marcelo Spínola la Congregación de Esclavas del Divino Corazón. En una sociedad en donde no existe mucha formación para la mujer, la Congregación pretende favorecer su educación en todos los estamentos de la sociedad.

A partir de 1886, y tras el traslado a Málaga del obispo Spínola, fundan en 1886 un colegio en esa ciudad; al cual siguen las fundaciones de los colegios de Ronda, Huelva, Sevilla, Linares. 

Tras años de infatigable trabajo y dedicación a estas fundaciones, el 2 de junio de 1908 muere a los 64 años Celia Méndez en Sevilla. Hasta el final siempre fue firme su entrega, dulce con los demás y dichosa por saber que había cumplido con la voluntad de Dios.